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Gabriel Allende
comisario del III congreso internacional de arquitectura CONSTRUTEC COAM |
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Es director de allende arquitectos. Desde 1989, es profesor asociado del Departamento de Proyectos la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, y colabora en la Unidad Docente X Proyecto Fin de Carrera. En la citada escuela finalizó sus estudios de arquitectura y poco más tarde realizó un Máster en Arquitectura en UCLA, Universidad de California Los Ángeles,
Ha sido invitado por diversas universidades, tanto españolas como extranjeras, para participar como ponente o conferenciante. Ha sido director o colaborador de revistas especializadas como Arquitectura, El Croquis, Skyline o El Paseante. Es miembro de AEPD, la Asociación Española de Profesionales del Diseño, y desde el año 2005 miembro fundador de DIMAD, Asociación de Diseñadores de Madrid, de la que actualmente también forma parte como miembro del Consejo. Asimismo, desde 2005 es miembro del Comité Científico del Istituto Europeo di Design IED Madrid.
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Lading 2010. La belleza en los medios de producción |
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Belleza y técnica no siempre van unidas, puede que la palabra ausente sea eficiencia. No solemos cuestionarnos la asociación de belleza y eficiencia, parece algo intrínseco. Damos por hecho una relación que a menudo es corrompida por los procedimientos. En la medida en que la técnica se distancia de la eficacia, los medios de producción se alejan de la belleza.
En la arquitectura no existe una verdadera industria de la construcción existe una industria de componentes que permite terminar una edificación.
El problema empieza cuando confundimos la capacidad de hacer con la eficacia del resultado. No porque hayamos podido hacerlo el resultado es bello y como derivado ético. Es la distancia entre la técnica y la eficacia, entre los medios de producción y la belleza. Un comportamiento ético concluye en la belleza.
La moda y su prêt - à -porter une la belleza (design) a la ocurrencia y sobre todo a la tendencia. No es necesario que coexista con términos de eficacia o ética, claramente se asocia a la componente del consumo.
El lujo ha sido invadido por los grandes números de la producción en este caso efímera, ya no necesita perdurar.
Parece que una mayor sensatez de comportamiento social llama a la arquitectura a rescatar la eficiencia en los proyectos y con ello la consideración de soportar objetivos presupuestarios. Sin embargo seguimos sin entender nuestro sitio en la sociedad.
La ocurrencia frente a la idea y la inexistencia de procesos convierten a la mayoría de propuestas casi en situaciones ex-novo. Resolver las necesidades de hábitat social conlleva una industria de la construcción de grandes números si se quiere establecer standards de calidad testada. Es imposible abordar soluciones testadas sin contar con responsabilidades finales en el ensamblaje y transformación de los componentes. Todo el proceso supera inversiones de ámbito local. Es la ausencia del método. Esa ausencia es manifestación primera de ineficacia. La ocurrencia excluye el método y es por su propia naturaleza ineficaz. La idea está vinculada estrechamente al conocimiento, del conocimiento se deriva el método, y este último parece el único comportamiento ético.
Aunque parezca paradójico, lo sostenible no casa bien con lo disperso y sin embargo mejora con la densidad .La búsqueda de un equilibrio en proposiciones es lo que debería marcar nuestros objetivos.
Éticamente; ¿ Cómo podemos defender propuestas que no tienen en cuenta la eficacia de la ocupación del suelo, ratio del volumen construido frente al área utilizable, o que camuflan en una tecnología exclusiva la consecución de parámetros de eficacia energética?.
El mejor momento para intervenir con el mundo de las ideas es cuando la industria no ha implantado su tecnología y puede establecerse un debate. Una vez implantada la tecnología, es muy difícil participar en los procesos de producción.
La belleza está en la verdad. Una cosa bella no es casual, ha de ser artísticamente perfecta, técnicamente perfecta. Y para eso ha de ser eficaz.
Lo eficaz, como resultado único de la aplicación de la técnica para la obtención de un fin, es algo indiscutible y por ello bello (cierto, verdadero) siempre en relación al nivel de desarrollo tecnológico alcanzado [una verdad consecuencia de la relación entre las tres clases de pensamiento: conocimiento (theoria), acción (praxis) y realización (poiesis)].
La eficacia hace incuestionable la belleza. Y en la eficacia está la raíz de la supervivencia, o dicho de otro modo, de lo sostenible. La supervivencia es la razón de ser de las cosas, y en su eficacia, está la condición de alcanzarla.
No es ética la defensa de lo ineficaz, ni su soporte a través de la técnica (el saber que rige la producción de algo). La poiesis debe sostener lo eficaz para alcanzar la belleza.
Sin ese posicionamiento, los medios de producción sirven a otro fin. Sin ese posicionamiento ético, la belleza no es posible. A decir de Wittgenstein, “ética y estética son lo mismo”
Madrid tiene todavía un reto pendiente y es asumir su futuro de Polis europea.
Este congreso pretende ahondar sobre su presente actual. La suma de propuestas presentadas en las proposiciones recibidas configura un mapa próximo del futuro ahora dibujado de Madrid. La capacidad que tengamos de traspasar a sus habitantes el interés hacia la necesidad de hacer ciudad será lo que determinara nuestra colaboración a la transformación de Madrid.
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07.octubre.2010
10:00-10:30 |